domenica, febbraio 05, 2012

Pueblos que se unen

Don Quijote les muestra a sus compatriotas que deben unirse para defender sus derechos como Pueblo. Que tomen la bandera de la liberación 

El querido Horacio Fontova me comentaba en mi nota anterior que tenemos a nuestro alrededor muchas señales. Se trata de pequeñas o grandes coincidencias que nos sirven para reflexionar, para cuestionar, para avanzar. 
En nuestra querida España, a la que algunos llaman madre patria, tierra de origen de muchos argentinos, nación de muchos grandes amigos, hoy suceden hechos importantes. Por una parte, una crisis económica, producida en gran medida por el desinterés de los gobernantes españoles por la felicidad de su Pueblo y por la falta de compromiso político del pueblo cuando eligió. Por otro lado, un país golpeado por una dictadura atroz que se retiró vencedora no podrá salir adelante si no se se investiga, si no logra que la verdad salga a la luz. Es dramático, digno de lástima saber que el juez Garzón fuera llevado a tribunales con la acusación de que intentara dar un poco de justicia a las víctimas de la dictadura franquista. El juez es llevado al banquillo, el asesino Franco sigue recordado con honores.
En Buenos Aires me acerqué a la estatua de Don Quijote, sobre Av 9 de Julio. La estatua no nos transmite nada del heroísmo de Don Quijote. Carece de expresión, al caballo le falta la parte de atrás (al punto de que el jinete está sentado sobre una piedra blanca). La inauguración de dicha estatua fue un hecho grotesco. La inauguró el dictador Videla (hoy convicto). A ese acto asistieron los reyes de España (nombrados por Franco) y a la reina, una señora oligarca asistente al acto le robó la capa.

Recuperada la democracia, obtenido el derecho a la Verdad, con los criminales argentinos presos, Don Quijote parece tomarse revancha de las intenciones de quien erigiera su monumento. Con su espada capaz de enfrentar molinos de viento, nos señala el rumbo. Nos recuerda de que donde hay una necesidad hay un derecho. Que es necesario exigir la igualdad para todos y para todas. Para las familias, las mujeres, los trabajadores. Que la oligarquía debe abandonar sus privilegios. Que nunca fuimos súbditos de nadie, sino ciudadanos. Las ideas que nos transmitió Eva Perón. Eva, heroica como Don Quijote, supo desde ese mismo edificio renunciar a los honores, pero no renunciar a la lucha. Hoy recogemos su nombre y lo llevaremos como bandera a la victoria. Espero que los españoles de hoy sepan recoger las enseñanzas quijotescas y sepan reconocerse como Pueblo, el único soberano.


1 commento:

Eva Row ha detto...

La derrota de los Republicanos frente a Franco fue tan terrible, tan dolorosa, como Quijotes fueron los que lucharon contra el fascismo, dignos de que la piedra se avergüence de no ser más que una réplica de un personaje, nunca del heroísmo verdadero de esa gente ilusionada. La España de hoy ha sido domesticada en función del dolor de los masacrados. Los muertos españoles no han dejado en los vivos el deseo de Justicia. Ellos querían gobernar. Los que quedaron no tiene consuelo en la Justicia, por eso no luchan. Media España o más fue republicana. No quieren oir hablar de la guerra. Y le dejan el triunfo a los franquistas. ¿Está mal? Sí, está mal. Pero hay que entender lo que es la apatía frente a la vida que se llevó los mejores españoles. Yo los entiendo. Pero también me da bronca que los franquistas se salgan con la suya también ahora.