sabato, gennaio 07, 2012

Breve post sobre los que se autodefinen como intelectuales (por Ariel - blog "Vida en Sampa")

 

En el café Ouro Preto, Buenos Aires, nos juntamos: Eva Row, Ariel, Bob Row y Mordi

Luego de nuestro grato encuentro con Eva y con Bob, Ariel y yo tomamos el colectivo 152. Una desviación involuntaria nos dio tiempo a reflexionar sobre quiénes son los intelectuales, qué los define, qué representan.
 
-------------------------------- Inicio de la nota de Ariel -----------------------------------

"Hace menos de una semana terminé de leer "El Flaco" de José Pablo Feinmann. Coincidió con el reportaje a La Nación, ya comentado brevemente aquí, por lo tanto no voy a volver sobre ese tema. Me llamó (y continúa llamándome) mucho la atención el hecho de que se autodefine autocalifica repetidamente como intelectual. Esta autocalificación me dejó la impresión a lo largo del libro de que JPF siente que tiene ciertos privilegios con respecto a casi tod@s las demás personas en cuanto a su capacidad de "leer" la realidad. Hoy, con el surgimiento de Plataforma 2012, un supuesto colectivo de supuestos intelectuales anti-K, bajo el supuesto comando de Beatriz Sarlo, encuentro (en el primer párrafo la siguiente frase: 

Si algo nos define como intelectuales es pensar sobre el mundo y la sociedad en la que vivimos, poner en cuestión los problemas que nos plantea, promover el debate de ideas, intentar leer más allá de la letra manifiesta y visibilizar lo oculto, tratar de salir de la mera apariencia de los efectos para bucear en las causas que los determinan.

Una buena definición. El problemita es que la primera persona del plural puede referirse a ellos, los intelectuales anti-K (sería demasiado sectario, no?), puede referirse a los autodenominados intelectuales, en cuyo caso sería una definición autoaplicable en cualquier situación (creo que casi todo el mundo cuando emite opinión cree que se ajusta a lo que significa "pensar sobre el mundo...") o puede referirse a toda la humanidad. Dónde está el problema? está en autoincluirse de manera automática: creo que se sabe si alguien ha llegado a ser un intelectual cuando su visión del mundo ha sido contrastada con la de otras personas relevantes de la historia del pensamiento.

Busqué las definiciones asumidas como válidas por la Real Academia de la Lengua Española:

Intelectual: (Del lat. intellectuālis).

1. adj. Perteneciente o relativo al entendimiento.
2. adj. Espiritual, incorporal.
3. adj. Dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras. U. m. c. s. (usado más como sustantivo).

Las definiciones 1 y 2 son demasiado generales, y se puede decir que todo ser humano tiene actividad intelectual en estos dos sentidos, por lo tanto, son definiciones que no agrupan a nadie específicamente. La tercera, agrupa básicamente a científicos y artistas. Sé positivamente que no necesariamente personas pertenecientes a estos rubros se preocupan por construir visiones complejas del mundo que las rodean, ni a cuestionar de manera sistemática otras existenetes. Por otro lado, sé de personas que desde otras actividades (como la política sin ir más lejos) sí lo hacen. En síntesis, tal vez la condición de intelectual es algo que se vive y no algo que se es... creo incluso que la palabra intelectual ya está suficientemente degradada y me resulta sospechable de estar más asociada al tráfico de prestigio y la autopropaganda que a una condición que alguien realmente pueda declarar de sí mismo. 

Sugiero que nadie se preocupe por ser asociado a la idea de intelectual...  mucho más importante es preocuparse por producir y discutir ideas de forma honesta. Eso debería bastar (digo yo, ok?)."
 
----------------------- Fin de la nota de Ariel -------------------------
 
 Agrego a modo de comentario que lo intelectual es el trabajo que uno hace como artista, literato, científico, periodista, estudioso de alguna materia de interés. Pero esa definición surge a posteriori del trabajo producido. No puede uno dedicarse a "ser intelectual" y luego esperar que le den espacios para publicar sus opiniones. Por otro lado, toda publicación debe baasarse en conocimientos publicados en la materia y debe siempre estar sujeta a la calificación, crítica y eventual refutación o confirmación de parte de los demás.
El tiempo dirá qué pasa y qué queda, como decía Don Antonio Machado.