lunedì, dicembre 19, 2011

Pongamos que escriba de Madrid

Plaza Mayor de Madrid


Mercado de Navidad, Plaza Mayor

Por las calles de Madrid.


Mi primer viaje a Madrid fue en julio de 2000. Luego pude volver en 2002. En aquellos viajes y en otras ocasiones en las que pasé por el aeropuerto de Barajas quedé bastante decepcionado sobre ciertas reacciones de los pobladores de la capital española. En particular, me habían llamado la atención las limitaciones de lenguaje y de comunicación. Yo decía alguna palabra que no era la habitual y todo el resto de mi discurso era totalmente ignorado por cualquier interlocutor. 
Algo un tanto más particular de un pueblo a otro es el humor, si bien en España y en Argentina hablamos el mismo idioma, las diferencias culturales se hacen notorias cuando la expresión se canaliza por medio del humor.
En estos últimos diez años, los españoles empezaron a viajar, a conocer algunos otros idiomas y a acercarse a otras culturas hispanoparlantes. En los medios españoles se puede observar la presencia de actores argentinos. También de escritores y de periodistas rioplatenses. Un ejemplo claro es Hernán Casciari.
Hernán explicaba en una entrevista que en España la presencia argentina se hacía notar. Especialmente, en el humor. 
En el aeropuerto me encontré con un afiche informativo publicado por la Policía en el que se advierte a quienes intenten contrabandear drogas acerca de los riesgos que corren. La Policía española decidió apelar a la ironía para desalentar a posibles comerciantes ilegales.

La ironía llegó hasta a las advertencias policiales. Aeropuerto de Madrid Barajas.

Curioso, si uno lo compara con otras advertencias policiales. Efectivo, supongo. Para los que no tenemos nada qué ver con estos negocios, divertido.

Afiche publicitario. Ciudad de Buenos Aires.

En Buenos Aires, los vendedores de servicios de internet también apelan al humor y hacen un guiño a los potenciales clientes, habituados a que muchas ofertas vengan con algún premio. 

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