venerdì, novembre 03, 2006

Wenn oben wird zu unten


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Auf dem Weg von Süddeutschland nach Dänemark kann man ein Stückchen Bayern finden. Dieses Bild habe ich gemacht, als ich von Konstanz nach Kopenhagen zurüch fuhrte. Die Hütte findet statt, ein paar Kilometer südlich von Puttgarden.
Auf dem ersten Blick war es mir ein bisschen komisch, sowas im Norden zu sehen. Aber ganz danach, liess mich auf verschiedene Gefühle nachdenken. Viele Male trinken wir Argentinier Mate-Tee zusammen und so stellen wir die Ambiente unseres Landes wieder her. Manchmal ist es nicht so schwer, mit den Anderen zu teilen, die Kleinigkeiten die uns zu Hause fühlen lassen.
Liebe bayrische Freunde: guten Appetit mit Euren Weisswursten und ein Prosit mit Eurem Weissbier! Salud!

4 commenti:

Mordi ha detto...

En ruta de Copenhague, viniendo desde Constanza encontré este puestito de comidas al paso. El lugar es a pocos kilómetros de Puttgarden, el puerto sobre el Báltico desde el que uno debe subir el auto al ferry para cruzar a Dinamarca.
Lo particular del puesto es que vende comidas y bebidas bávaras, del extremos sud de Alemania. El cartel del local anuncia "Baviera bien arriba" (haciendo un juego de palabras, ahora que lo pienso).
a Primera vista parece algo sin importancia. Después me puse a pensar en que ciertos pequeños detalles pueden permitirnos recrear un ambiente. Unas cervezas de trigo, unas mesas al aire libre y unas salchichas blancas o unos "Bretzn" ("Bretzeln" en alto alemán). Para los argentinos, una ronda de mate, por ejemplo... o una fiesta con Los Redondos como música de fondo.

Anonimo ha detto...

Je ne pense pas que tu puisses recreer un ambiance Bavaroise partout.
Imagine ce genre de petit magasin au milieu de al Bolivie....

Yo no estoy sguro que podrias crear un ambiente bavierada en todo los lados
Imagine este typo de negocio en el centro de la Bolivia ....

Hernito ha detto...

Un día paseábamos con Marti por Camdem Town, en Londres, un lugar lleno de vendedores ambulantes y negocios que venden de todo. De pronto, desde un local, escuchamos música rock argentina (no recuerdo exactamente que grupo era, supongamos que Divididos). Y de pronto, fue como estar caminando por el barrio de Once.

Como dice Jaime Roos: "El mundo es uno solo, y la nostalgia es espejismo nomás".

Mordi ha detto...

Y una boliviana vendiendo ajos y limones en la puerta de un Plus, un Aldi o un Karstadt, en cualquier ciudad de Alemania, nos haría sentir como en Bolivia o, más bien, como en Buenos Aires?